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Un Cartel de Seguridad básicamente debe su clasificación al tenor de su Mensaje, y a partir de éste estará encuadrado dentro de la Información de Seguridad, ya sea una advertencia de Peligro, una condición de Seguridad o la identificación de un producto que presente Riesgos de algún tipo.
Para mejorar la «lectura» de este tipo de Carteles, dichos Mensajes se clasifican en diferentes Grupos y estos a su vez en varios Sub Grupos, los cuales se separan en Clases y Sub Clases.
Esta ramificación puede parecer compleja, y en realidad lo es ya que alcanza hasta seis ramificaciones, pero dado que cada Grupo está estrictamente Normalizado por colores, formas, diagramación, pictogramas e incluso textos, no es necesario que el Usuario común la conozca en detalle para poder interpretar el Mensaje con la rapidez necesaria según el caso.
Si bien sería deseable una mayor docencia en cuanto a las características particulares de cada grupo de Carteles de Seguridad, el uso habitual de este tipo de Señales hace que prácticamente cualquier persona reconozca una Señal de Prohibición o de Advertencia, aunque pocos puedan definir acertadamente sus diferencias (algo similar a lo que sucede con las caras de personas conocidas, se reconocen inmediatamente pero, sin verlas, no siempre se pude asegurar el color de los ojos de cada uno).
El hecho de que se pueda diferenciar rápidamente una Señal de Seguridad de un Cartel Publicitario o de Información común, está dado precisamente por la Normalización mencionada (colores, formas, etc.) y es por esto que necesariamente debe respetarse esa Normalización.
Los fabricantes de este tipo de Carteles sí deben conocer las características de cada Grupo y Clase y sus respectivos Sub, ya sean ellos profesionales gráficos o simples usuarios imprimiendo Carteles de Seguridad internamente en una Empresa.
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